Cuando le estudiaba creía que estaba como una cabra. Que frente al idealismo de Platón y la clarividencia de Hume, Nietzche no tenía ni puta idea.
Sin embargo con el paso del tiempo, empiezo a ver que quien no tenía ni puta idea era yo. Tenía al ser humano en un pedestal.Sin embargo el paso del tiempo va reduciendo poco a poco esta imagen del ser humano.
Creo en el eterno retorno. Todos los cambios que se han producido en mi vida y el proceso de maduración no ha servido para nada. En el fondo hace siete años, cuando empecé Filología, mi situación ante los exámenes es la misma. Lamentando el tiempo perdido, pensando donde se han ido las horas que iba a usar en leer y planeando como puedo leerme seís libros en dos días.
Si este fuera el único aspectos de mi vida en el que ocurriera, no estaría tan mal. Sin embargo veo que hay peleas que se repiten de forma cíclica, que hay situaciones que ya he vivido,y que vuelven a mí.Y sobre todo, que la gente a mi alrededor vuelve a estamparse contra los mismos muros, o contra los mismos hombres, pensando que han cambiado.
Incluso mis sentimientos son repes. La alegría que me da la muerte de "El Tomate" es la misma que me dió la muerte de "Crónicas Marcianas". Sin embargo existen engendros que me hacen añorar éste programa.
Mi conclusión es que la muerte de un programa no hace que muera su audiencia. Simplemente se queda latente en espera de otro programa que encumbrar. Y ante eso no puedo hacer nada. No me voy a ir a todas las peluquerías y bares de España a enseñar a la gente como mola " Página 2".
Asi que vuelvo al eterno retorno, intentaré volver a confiar en que las cosas cambien, aunque seguro que el resultado vuelve a ser la misma decepción.
