Hubo un día en que mi vida cambió.
Fue el día en que mis camisetas se convirtieron en camisones. Aquel día en el que entró a formar parte en mi vida lo "ligth" . El momento en que comenzó mi aprendizaje en la cocina "para dos".
El echo de compartir piso implica que aprendes a valorar que cosas son importantes para tí y cuales no. En que estas dispuesto a ceder y en que no.
También implica alegrias inesperadas, cariño constante y que haya alguien que te comprenda con solo levantar una ceja.
Como experiencia os diré que una de las cosas más complicadas es aprender a traducir, a interpretar lo que el otro quiere decir evitando las suposiciones, los malentendidos y buscando siempre la esencia por encima de las forma. Es lo más difícil de la relación por que siempre prefieres reponder con dientes a las uñas en lugar de preocuparte en saber por que esas uñas han salido.
Afortunadamente es un proceso de evolución en el que los dos puntos intentan acercarse ( si no es así, déjalo. La pareja no merece la pena) . Pero mientras dura el proceso, la señorita Harker y yo seguiremos teniendo diariamente nuestra guerra fría en la cocina .
martes, 11 de diciembre de 2007
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