miércoles, 12 de diciembre de 2007

El día en que la estupidez se refugió tras las ideas.

Hay una serie de palabras que estoy cansado de oir. Estan gastadas, pero siguen siendo utilizadas como armas arrojadizas. Se las tiras a algo, y desde entonces este evento se encuentra bajo sospecha. Son palabras como machista, sexista, racista, incitador, violento, anticonstitucional,...
Quizá debido a que son las que más me afectan, cuando alguien menta la palabra sexista o machista me hierve la sangre. Existen colectivos que la utilizan siempre que algo no les gusta. El caso de las azafatas de Ryan Air ha sido el último de toda una lista de situaciones o elementos que han sido tachados de machistas. No importa si los bomberos, policias o manporreros hacen un calendario de desnudos. Es por un buena causa. Si las azafatas hacen un calendario en bikini, entonces surgen los talibanes de la defensa de la mujer. No entra en mi cabeza como si ellas lo han echo de motu propio, sin coacciones y de forma benéfica alguna mujer grita que eso es sexista. Lo sexista sería que no les dejaran hacerlo, si ellas quieren.
A menudo pienso que los grandes bastiones del machismo estan en cerebros femeninos.