jueves, 17 de enero de 2008

Equilibrar la balanza


Siempre he pensado que el juicio final será una balanza en la que pondrás tus buenas y malas acciones y decidirás a donde tienes que ir . Es una imagen que me quedó de Anubis cuando era pequeño y no la he evolucionado. Pero hoy me he encontrado con un nuevo teorema.
Todo ha comenzado cuando al acompañar a fumar a mi compañero de galeras nos hemos encontrado con un regalo. El proveedor de la máquina del office se había dejado en la acera un carrito con una caja llena de sandwiches.
Los dos teníamos claro que había que meterla para dentro y guardarla hasta que volviera el proveedor. Sin embargo la tentación de coger un sandwich o no ha sido grande. Mi compañero si ha cogido y yo he apelado a mi creencia en la balanza para justificar mi decisión de no coger.
Sin embargo el me ha explicado una teoría: Piensa que no quiere tener que tomar una decisión sobre su vida.Así que equilibra sus acciones positivas y su negativas. Por lo tanto si iba a guardar el carrito tenía que coger un sandwich. Así tendrá que decidir San Pedro cuando llegue el momento.
Debe ser guay tener un reducto de buenas acciones para poder ser cabrón de vez en cuando.

2 comentarios:

Madame M dijo...

Yo prefiero que sea mi conciencia la que me dicte si el mal que hago es una travesurilla o es algo más. Coger un sandwich es una travesura, pero yo igual no lo hubiera cogido. Aunque depende del hambre, claro, pero nunca del más allá.

albert dijo...

ahí le ha dao con la palabra madamme: conciencia. yo añadiría empatía con los demás. me pregunto si tu compañero ha pensado que igual el sandwich que le falta se lo descuentan al empujador de carros. que nos importe lo que les pasa a nuestros amigos es normal, que nos importe lo que les pasa a los desconocidos nos convierte en mejores personas