jueves, 21 de febrero de 2008

Las caras ocultas.

" Quería contároslo porque le conocía y tenía mucho espíritu para sobrevivir. Y sin embargo, estando apenas en riesgo, se ha escabullido Como me contaba que escapó para volver a España desde el campo de refugiados deFrancia al que había llegado huyendo de la guerra(buscando, bajo la alambrada y nadando a lo largo de la playa de su aventura, encarar el peligro y regresar a pelear) se ha escapado por segunda y última vez. "
Este fragmento corresponde a un mail que me enviaron para informarme de el fallecimiento de un conocido. Yo sólo le había observado desde fuera, como padre de una amiga. Un abuelito más de los muchos que pasean.
Sin embargo al leer el mail siento que me he perdido una buena historia vital . Que hubiese sido curioso conocer a alguien que consiguó huir de un campo de refugiados, para luchar en una guerra en la que creía.
Me ha hecho reflexionar en las historias ocultas de la gente . En todas aquellas aventuras que no se reflejan en el físico de una persona, las que no podemos reconocer a simple vista. Son historias que quizá se pierdan en la eternidad "como lágrimas en la lluvia", pero que sin duda merecen ser conocidas.
Otro ejemplo de historia vital es un compañero de café que he descubierto recientemente. Siempre le había visto como una más de las vidas que fluían a mi alrededor.Probablemente monótona y habitual.
Sin embargo al ir profundizando, resulta que conozco a un ex-dibujante de comics que ha vivido la evolución de éstos en los últimos 20 años. También ha sido crítico de cine, adicto a los relojes ,...
Pero el trabajo más curioso que me ha contado es el de proyeccionista en un cine. Me le imagino como en la famosa pelicula italiana, demostrando que la magia del cine reside en cada uno de sus escalafones.
Me asusta las historias vitales que me puedo haber perdido por juzgar e ignorar a ciertas personas que pasan a mi lado.

1 comentario:

Lostnilwen dijo...

Todos escondemos algo, hasta los que crees que conoces llevan detrás una historia que no han sabido (o podido) contarte. Y sí, nos perdemos muchas cosas, también ganamos otras muchas.

PD: ¿Cómo es posible que un filólogo escriba con tantas faltas de ortografía y se quede tan ancho? Luego que si los periodistas...

:P