martes, 8 de enero de 2008

¿Sere yo?


Todos los años me hago la misma pregunta. ¿Por qué en este país se considera que eres mejor anfitrión cuanta más comida pones en la mesa?
En mi opinión todavía cargamos con un lastre desde la post-guerra. Predomina la idea de que el estatus de la familia se demuestra por medio de la comida.
Manejamos un montón de teorías sobre la buena alimentación, la importancia de cuidarse para el futuro, de consumir con moderación. Pero llegan las navidades y, la misma persona que durante el año te satura con sermones sobre alimentación equilibrada, te pone en la mesa un cordero con salsa de ostras,chipirones, gambas y queso con polvorones para mojar.
Así, al llegar el día siete de enero no puedes calcular cuanta comida has devorado.
Si además tienes el sindrome del plato vacio( no poder parar de comer mientras veas comida en la mesa) te encuentras con que el último trozo de roscón va a los pulmones, por que en el estómago ya no queda sitio.
Creo que no voy a tener necesidad de comer hasta dentro de un mes.

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